Y los auriculares se unen con mis oídos mostrando el volumen máximo de la música que intenta calmarme y hace que no escuche como rompes tu promesa, aquella que me has hecho hace un tiempo atrás. Aquella promesa que juraste que cumplirías, pero en vez de cumplirla la rompes cada noche, cada madrugada sin piedad, sin vergüenza. Mis oídos no son sordos, mis ojos no son ciegos y mi cuerpo no esta dormido. Oigo todo, oigo como disfrutas cada segundo rompiendo la promesa que me hiciste; oigo cada palabra, cada gemido que sale de tus fríos labios. Pero tu no oyes mi llanto en la oscuridad, ese llanto desgarrador en medio de la noche.
A partir de hoy no creeré mas en lo que digas, no creeré ni una palabra que salga de esa maldita boca. El valor de tu palabra acaba de morir, lo acabas de matar y de enterrar.
Pd: para tu información no soy idiota, me doy cuenta de las cosas. Ya no tengo 5 años. Acéptalo.
Rompes tus promesas al igual que el canto de los pájaros rompen el silencio de cada madrugada anunciando un nuevo amanecer.
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